jueves, 17 de marzo de 2011

Primer verso

¿Quien defiende a las palabras?

Es posible hablar sin pensar como correr sin sentido y como bailar sin compás, uno se puede preguntar si es mucho ego el hablar de un guardián, pero ninguno piensa si es necesario; en una canción, un libro mal contado, un insulto impulsivo o anecdotas exageradas del pasado; ¿no son abusadas las palabras?¿no piensa que son obligadas y dolidas de tanto pregón mal usado?.

Pueden ser las palabras magía, criaturas de alma propia con intereses, con fines, soñadoras de quien les guie a su sueño inanimado. Quizas son como hijos, pueden ser criados (y malcriados), evolucionar y prosperar, enorgullecer al padre o la madre. Pero... ¿somos padres protectores de nuestros hijos?

Yud.